Cuando se trata de adquirir un PC gaming para trabajar y jugar, hay muchos factores que tomar en consideración, no podemos simplemente decantarnos por la primera opción que se nos atraviese en el camino, y en esta ocasión queremos compartir nuestros tips de cómo elegir un pc gaming barato.
¿Qué debemos tener en consideración?
La primera pregunta que debemos hacernos es ¿qué queremos o necesitamos hacer con nuestro PC? Obviamente, en este caso, hablamos de trabajar y jugar, pero esos objetivos son muy vagos, y debemos considerar los programas y juegos que queremos correr.
En este sentido, no necesitamos tanta potencia de cómputo si nuestros programas de trabajo habituales son de ofimática o principalmente nos dedicamos a juegos eSports o de bajos requisitos. Por otro lado, necesitaremos hardware bastante potente si trabajamos con modelado 3D, aplicaciones IA o queremos mover los juegos AAA más recientes.
Luego está el tema del presupuesto, ¿cuánto estamos dispuestos a invertir en nuestro PC gaming para trabajar? ¿500 euros? ¿1.000 euros? ¿1.500 euros? ¿Más? Eso queda de nuestra parte decidir, y en base a nuestro capital y necesidades hemos de llegar a un compromiso.
Tips para elegir el mejor PC gaming para trabajar
Una vez respondidas todas esas preguntas y designado un presupuesto, nos corresponde pasar a la fase de investigación. Es hora de visitar cuánta tienda online (o física) conozcas y comparar los componentes y precios de los PCs a la venta.
La idea es encontrar el mejor valor posible en un equipo, y en el caso de un PC Gaming, los componentes que más afectan su rendimiento son el CPU y la GPU. En este sentido, para programas y juegos exigentes vamos a querer como mínimo un procesador Intel Core i5 o Ryzen 5 de la generación vigente o anterior.
Para el momento de publicar esta nota, los chips Ryzen 5 5600 y Core i5-12400 son meta en la comunidad por su excelente relación rendimiento/precio. Así que vale la pena echarles un ojo a los equipos con estas especificaciones. Del lado de la GPU, no nos conformaríamos con nada inferior a una RTX 3050, pero por un poco más de dinero podemos conseguir algún equipo con la RX 6600, que es una mejor opción.
Es importante tener en cuenta que cuando hablamos de ordenadores o componentes de ordenadores, las mejores opciones varían mucho, pues el mercado siempre fluctúa y constantemente llegan nuevos y mejores componentes, así que las recomendaciones de hoy quizás no apliquen en un futuro cercano.
Por lo tanto, es imprescindible ponerse a investigar cuáles son los mejores componentes o PCs armados el momento. Buscar vídeos en YouTube de cómo rinde cierto combo de componentes en juegos o Benchmarks es buena idea, pues esto nos puede ayudar a orientarnos y saber qué clase de rendimiento esperar.
Algunas recomendaciones de PC gaming para trabajar
Como dijimos anteriormente, este es un mercado en constante cambio y evolución, así que dependiendo de cuándo estés leyendo esto puede que haya mejores opciones a considerar, pero no queremos cerrar la nota sin antes ojear algunos PCs gaming que sirvan como referencia.
En este orden de ideas, si tu presupuesto es de alrededor de 500 euros, algo como este PC gamer con CPU Ryzen 5 4500, GPU GTX 1650 y 16GB de RAM es una opción bastante decente. Aunque si tienes unos 200 euros más que gastar, puedes conseguir una mejor PC con GPU RX 6600 de AMD.
Si tu presupuesto es de al menos 1.000 euros, un PC gamer con CPU Ryzen 7 5800X, tarjeta gráfica RTX 3060/4060 y 32GB de RAM empieza a estar sobre la mesa.
Por 1.700 euros se nos abren las puertas de la gama alta y empezamos a toparnos con equipos como este equipados con CPU i5-14600KF, gráfica RTX 4070, 32GB de RAM y refrigeración líquida.
Ah, y si necesitas un buen monitor gaming para acompañar a tu PC gaming, quizás te llame la atención el MSI MPG 321URX.
No temas armar tu PC gaming para trabajar
Si ningún equipo ya ensamblado te convence, puede que lo mejor sea armarlo tú mismo eligiendo cada uno de los componentes; aunque si nunca has armado un PC por cuenta propia, puede que la tarea te resulte intimidante, pero no temas, es más fácil de lo que parece y resulta bastante recompensante al final, solo hay que armarse de paciencia y echarle un ojo a los tutoriales que abundan en YouTube. Alternativamente, podemos recurrir a un servicio que lo arme por nosotros.