Nuestra forma de ver la televisión ha cambiado. Ya no consumimos televisión de la forma tradicional o convencional. Limitándonos solo a lo que nos ofrecen las cadenas de TV. Vamos más allá, consumimos servicios streaming. Que haya cambiado nuestra forma de ver la televisión no significa que hayamos dejado de consumirla. Al contrario, pasamos muchas horas delante de la televisión. Por tanto, si ya no consumimos la televisión de forma tradicional, ¿sigue siendo una buena idea comprar una TV no Smart TV?
¿Hasta qué punto una Smart TV es una buena elección?
Es probable que cuando vayamos a adquirir un televisor nuevo nos planteemos esta pregunta. ¿Sirve para lo mismo una TV no Smart TV? ¿Qué beneficios y ventajas puede haber? Hoy tratamos de comprobar en qué situación sigue siendo buena idea comprar una TV no Smart TV. Lo normal cuando compramos algo nuevo es caer en la modernidad. Intentamos buscar siempre lo último en tecnología para no quedarnos atrás y lo que no sabemos es que la tecnología avanza más rápido que nosotros. Por eso, en ocasiones es mejor comprar lo que de verdad nos interesa aunque sea un poco más anticuado. Quizá nuestra elección deba limitarse a nuestras necesidades y no a las tendencias tecnológicas del momento.
¿Qué diferencias hay entre una Smart TV y una TV no Smart TV?
Seguramente ya conozcáis todos los modelos de TV existentes en el mercado. Los plasma, los LED, los 4K o Full HD… ya son muchas las veces en que Giztele hemos hablado de ellos. Pero la Smart TV va más allá de un modelo de televisión. Esta televisión consiste en un modo diferente de ver la televisión. La pantalla sigue siendo plasma y con calidad 4K o HD, dependiendo de lo que deseemos. La diferencia aquí está en las prestaciones. Esta televisores traen consigo funciones que no pueden llevar a cabo las demás. Se trata sobre todo de aplicaciones que permiten realizar acciones que una televisión convencional no hace.
Las posibilidades de consumo son diferentes en una TV no Smart Tv
En una TV no Smart TV nos limitamos a ver el contenido de la televisión convencional. Si nuestra TV es de las más modernas de su gama podremos hacer algo más. Tendrá funciones de guardado y grabado, por ejemplo. Aunque lo que sí que sería recomendable es que contase con conexión ethernet y fuese compatible con DLNA. Se trata de un sistema que permite conectar varios dispositivos y pasar archivos entre ellos por medio de una red. Con estas conexiones nuestra televisión será capaz de permitirnos contratar servicios streaming y consumir contenido on line.
Con el sistema DLNA puedes compartir archivos
La diferencia fundamental con la Smart Tv es que ésta trae consigo aplicaciones que hacen más sencillo el consumo de servicios streaming. No es necesario tener que entrar en el buscador para poder iniciar sesión en nuestro portal streaming y consumir lo que queremos. Aquí es automático y mucho más rápido. Además permite llevar a cabo otras acciones. Como por ejemplo leer el periódico en la televisión, revisar nuestro correo o simplemente dar un paseo por redes sociales.
¿Para qué usarías una TV no Smart TV?
Antes de comprar ningún tipo de televisor tenemos que tener muy claro para qué lo vamos a usar. Si solemos usar la televisión para verla mientras comemos o algún rato por las noches no necesitamos una Smart TV. Este dispositivo es imprescindible en nuestras vidas si el uso que hacemos de la televisión es tradicional. Además, si aún así, nos gusta ver películas o series en familia y no tenemos acceso a servicios streaming, no hay nada que no pueda solucionar un disco duro o un pen drive. Por tanto, si compramos una TV no Smart TV es ideal que tengamos en cuenta si tiene un puerto de conexión USB. Nos puede salvar de muchas noches aburridas. Además, podremos proyectar en nuestra televisión nuestras fotos favoritas o simplemente escuchar música que tengamos almacenada. Que prefiramos comprar una TV no Smart TV no significa que tengamos que quedarnos atrasados.
¿Realmente necesitamos una Smart TV?
Las tecnologías avanzan y con ellas cambian las formas de consumo. ¿Cuántos de vosotros no veis una serie en el PC? Es una nueva forma de consumo. Nos gusta ver la televisión en privado, disfrutar de forma única de nuestras series favoritas. La sociedad actual carece de tiempo así que disfrutamos de lo que nos gusta en nuestros ratos libres. Seguro que muchos nos estáis leyendo en un smartphone de camino al trabajo. Sucede igual con la televisión. Por ejemplo, seguramente hayáis visto el último capítulo de Juego de Tronos de camino a casa en el metro, con una tablet. Ya no necesitamos una televisión para disfrutar de los contenidos que nos gustan. Esto nos demuestra que las Smart TV tienen una alta competencia.
Consumimos TV en otros dispositivos
Si en casa consumimos también la televisión de forma individual en nuestros dispositivos de bolsillo, lo ideal es comprar una TV no Smart TV. ¿Para qué queremos una Smart TV si ya consumimos sus prestaciones en otros dispositivos? Lo cierto es que no vamos a revisar el correo en la televisión si ya lo revisamos en el portátil. Ahora bien, si nos gusta disfrutar de nuestros contenidos favoritos en compañía, tal vez deberíamos plantearnos comprar una Smart TV.
¿Es más barato comprar una TV no Smart TV?
Llegados a este punto quizá estáis hechos un lío. La única forma de resolverlo es meditando el uso que le vamos a dar a la televisión. Si aún así seguimos con dudas podemos recurrir a un factor que siempre nos transmite una solución, el precio. Normalmente, las TV no Smart Tv suelen ser más económicas que las demás. Deben llevar unos accesorios extraordinarios para que esto no sea así. De modo que si no le vamos a dar mucho uso a las prestaciones y funciones de la Smart Tv, lo mejor sería comprar una TV no Smart TV. Además siempre podemos adquirir una que permita la conexión a Internet. De este modo, si no queremos renunciar al contenido on line podríamos acceder a él fácilmente.
Te entran por la tv al router y de ahi al pc o al movil, lo mismo con neveras inteligentes, tostadoras, lavadoras, etc, hoy en dia nuestros moviles almacenan informacion sensible y credenciales potencialmente deseadas por instrusos
Y además está el problema de los datos. Los fabricantes están ganando más dinero con los datos de los usuarios que lo que cobran por la tele.
El articulo deja mucho que desear.
Ni un ejemplo de TV sin smart, ni una comparativa, ni orientacion de ahorro entre una compra u otra.
Y ni hablar de que NO se nombra en ningun caso que cualquier TV “NO smart” añadiendole un TVbox, FireStick,ChromeCast o similares, te da el 90% de las posibilidades que puede brindarte un SmartTV.
No entiendo porque seguimos engañando al consumidor con este tipo de artículos… Un televisor tonto con un fire tv o Chromecast conectado es igual que uno inteligente y el día que al fabricante, o al proveedor de servicios, le de por hacer que dejen de ser compatibles, cambiar el fire tv o Chromecast serán dos duros comparado con la actualización del smart tv.
Consejo:
Ya nos encadenamos a los fabricantes y sus incompatibilidades del sistema con los ordenadores, móviles, tablets, relojes… No se añadan un televisor también.
Diez minutos leyendo para no llegar a nada.
Mi experiencia es que mi viejo televisor «tonto» me resultaba infinitamente más cómodo y era de mucha más calidad que mi nuevo televisor «inteligente».
Al «tonto» (que ni siquiera era capaz de sintonizar emisoras digitales) tenía que conectarle un sintonizador digital en el que conectaba mi pincho USB o mi disco duro y disfrutaba de todo lo que tuviese grabado. En el «inteligente» no necesito ese dispositivo intermedio, pero tengo que estar actualizando el software cada dos por tres y me da montones de problemas que el otro no me daba.
Al fin y al cabo, un televisor «inteligente» es, prácticamente, un ordenador cuyo sistema operativo hay que tener al día para obtener el mayor rendimiento y, sobre todo, POR SEGURIDAD, puesto que el televisor se conecta vía WI-FI con mi router y está abierto al acceso de cualquier vecino malintencionado.
Esperaba que este artículo mostrara una lista comparativa de marcas y modelos para prestar un servicio orientativo a quienes tienen dudas.