Al escribir sobre las tecnologías de mejora de imagen en monitores ya dejamos caer el concepto VRR. Por si aún no lo conoces, puede que te venga muy bien echarle un ojo este post, especialmente si eres gamer o piensas hacer un regalo a un amigo jugón.
VRR o tasa de refresco variable
Esta es una tecnología de la que se habla cada vez más en el universo gaming, y no sólo en este. Es un término que se busca en las especificaciones de los monitores, pero cada vez más en los televisores, pues ya los usamos tanto para jugar a sus apps como para retransmitir nuestros videojuegos de ordenador.
VRR son las siglas del concepto Variable Refresh Rate o “tasa de refresco variable”. Esta se demanda para las actividades de alta precisión y exigencia porque se adecúa a cada circunstancia, ofreciendo más cuando se necesita y consumiendo menos cuando no es el caso.
También puedes disfrutar de las mejoras de la VVR en un televisor
Esta es la tecnología encargada de que tu monitor/TV pueda adaptar la tasa de refresco que tiene a los fotogramas por segundo que el ordenador o la videoconsola son capaces de ofrecer. Básicamente, cambian los hertzios según los fotogramas por segundo que se manden.
Por lo general, estos aparatos traen una frecuencia de actualización o tasa de refresco de 60 o 120 Hz. Después, cuando subimos de nivel, encontramos los 144 Hz, que es lo que se demanda en el mundo gamer. También los hay ya de 200 e incluso 240 Hz.
Pero para disfrutar de esta cantidad necesitamos que la GPU renderice adecuadamente; si no lo hace, empezamos a perder fotogramas, que ya no se muestran en el panel. Esto implica que en los juegos se den situaciones de tearing o stuttering, que pueden fastidiar toda una partida por un mal segundo.
Al poderse variar la tasa de refresco se solventa este problema, ofreciendo consistencia y suavidad en las escenas.
Eso sí, una de las condiciones para poder disfrutar de esta tecnología es tener conexión HDMI 2.1 por lo que si no la tenemos, ¡que no te engañen! ¡no tienes VRR!
