Cuando compramos una TV o monitor es muy importante ajustar parámetros relativos a la imagen para poder disfrutar de todos sus características. Como es algo muy sencillo, vamos a explicar cómo calibrar el televisor para conseguir una imagen perfecta sin necesidad de ayuda externa.
Cómo se debe calibrar el televisor
Como usuarios inexpertos, la mejor opción para calibrar el televisor es la de basarse en patrones, de manera que utilizando modos predefinidos del televisor en las condiciones habituales en las que vamos a usarlo consigamos la calibración perfecta.
Aunque es muy importante que hagamos dos ajustes diferentes: uno para ver la televisión con mucha luz ambiental y otro para disfrutar de ella por la noche bajo una luz artificial de carácter retroiluminado.
Para calibrar el ajuste del brillo lo mejor es reproducir imágenes con recuadros o tiras que se vayan moviendo entre tonalidades próximas al negro. A continuación, se ajusta el contraste de la imagen, utilizando un patrón de recuadros con tonalidades blancas. Luego, se sigue por la temperatura del color. Se suele escoger el valor más cercano a los 6500 K.
Se debe ajustar la saturación del color y, para ello, se comienza ubicando los colores por separado y distinguiendo las diferentes tonalidades de un mismo color formando un degradado del mismo. Después, se regula la nitidez colocando líneas horizontales y verticales en diferentes tamaños hasta que se vean con detalle y sin defectos.
La unión de todos estos consejos va a hacer que se consiga una imagen perfecta, clara, completa y visible desde cualquier punto que entre en el ángulo del televisor. En este link podrás encontrar imágenes perfectas para saber como hacerlo.
Como nota importante a tener en cuenta, se debe calibrar el televisor a la distancia de visualización habitual y desde uno de los puntos centrales para que los parámetros escogidos sean los más idóneos y muestren resultados reales.
Te dejamos algunos otros trucos destinados también a calibrar la TV.