En los últimos días, Netflix ha estrenado un documental del que todo el mundo está hablando: El dilema de las redes sociales. ¿Son un aliado o un enemigo? ¿Ha cambiado la tecnología nuestra vida para mal? ¿Realmente estamos siendo controlados por las máquinas? A lo largo de 100 minutos, este contenido nos muestra una realidad que, tal vez, no nos habíamos planteado hasta ahora.
Nosotros ya lo hemos visto y queremos comentarlo contigo a través de los cinco puntos que consideramos más relevantes y que más nos han hecho pensar.
Los puntos más importantes del documental El dilema de las redes sociales
El primer punto que más nos ha llamado la atención es que las grandes figuras de la tecnología no tienen redes sociales. Aquellos que han colaborado de forma activa en la creación de las redes tal y como las conocemos hoy en día, como el inventor del me gusta de Facebook o del scroll infinito, afirman no tener perfiles en las redes o simplemente no utilizarlos. Esto da qué pensar ya que si ellos, que lo conocen bien desde dentro y que han sido partícipes de su creación, no lo usan, ¿por qué deberíamos usarlo los demás?
Otro punto muy interesante es que las redes están fomentando la radicalización. El documental muestra el ejemplo de los resultados de las Elecciones en diferentes países y se puede ver que las opiniones cada vez van más hacia los extremos, tanto de un lado como de otro.
También hay que tener en cuenta antes de usar de forma indiscriminada la tecnología es que muchas veces lo hacemos motivados por una reacción de nuestro cuerpo: generación de dopamina. Esta sustancia se puede “conseguir” gracias a un like o un comentario en una foto, lo que nos lleva a una espiral de dependencia y superficialidad que no parece ser muy beneficiosa para nuestra vida.
Discenir qué es importante y qué no es sin duda lo más importante llegados a este punto. ¿Realmente tenemos que contestar en dos segundos a ese meme que nos acaba de mandar una persona a la que vemos en persona una vez al año? ¿Debemos distraernos de una comida con alguien a quien queremos por ver qué fotos han subido nuestros influencers favoritos? ¿Tenemos que tener disponibilidad 24/7 para contestar un correo de trabajo o una llamada si en este momento no nos apetece hacerlo?
En la línea de lo anterior va el punto que más nos ha hecho pensar tras ver el documental: ¿Son voluntarias nuestras acciones? En El dilema social se afirma que no, que nuestro comportamiento es el que “ellos” quieren que sea y no el que realmente deseamos nosotros. Los algoritmos están pensados para darnos exactamente lo que nos mantiene enganchados y así las empresas que hay detrás ganan dinero con nuestras acciones. ¿Cuántas veces te ha pasado que has terminado viendo en Youtube un vídeo que no querías ver o te ha volado el tiempo viendo Stories de gente a la que ni siquiera sigues? ¿Si llega una notificación te anula cualquier otra acción que estés haciendo en tu vida “real”?