Si nos quejamos de cualquier cosa nueva, ¿cómo no hacerlo cuando nos cambian aquello con lo que hemos crecido? Esta semana ha comenzado con una polémica de los Teletubbies de Netflix. ¿El motivo? ¿Recuerdas el live action de La Sirenita? ¿Y la acusación a la propia plataforma de de satánicos, prosuicidas y partidarios de la venganza más extrema y el body shiming?
¿En qué consiste la polémica de los Teletubbies de Netflix?
Netflix acaba de estrenar esta semana una versión nueva de los preciosos Teletubbies, esos peluchitos vivos que hablaban, cantaban y se movían de manera adorable en lo que tenía pinta de ser un futuro distópico (sin ofender).
Como ocurrió poco después de su estreno, que casi salen de pantalla por la acusación de ser gay a uno de los muñecos por parte de un telepredicador, esta vez se ha vuelto a liar, y, casualmente, también por quejas relacionadas por un -ismo, en este caso por racismo.
Si en aquel momento casi se apedrea a Tinky Winky por llevar bolso y usar el color morado siendo hombre ahora las quejas vienen dadas por la inclusión “forzosa” de personas de otras razas.
Y es que en el tráiler ya se podía ver que, en lugar de la guapísima y aria Jessica Smith haciendo de sol, en esta ocasión serían dos bebes, uno negro (tostadito más bien) y la otra aparentemente centro asiática, quienes les pondrían cara al astro rey.
Indignante, impensable, ¿verdad? Pero, ¡por dios! si la serie es de extraterrestres, ¡lo único normal ahí son los niños! ¿Los más críticos? Una enorme parte de aquellos que crecimos viendo la serie.
Una vez más, queda de manifiesto que no estamos abiertos al cambio, ni siquiera en razones triviales como esta, porque… que alguien me diga si el hecho de que el sol fuese una niña blanca, rubia y de ojos azules aportaba algo al complejo entramado del programa televisivo (véase la burla). Porque a lo mejor soy yo que estoy equivocada y sus raza y/o rasgos eran esenciales…